Se despertó una noche y se encontró atrapada en los recuerdos, pensó
¿qué puedo hacer para no dejarlos ir?, ¿acaso podré tejer una red como hacen las arañas?, ¿pero, de qué podría ser el hilo que la tejiera?... lo tengo! Se dijo al cabo de unos minutos
de tinta
sí será hilo de tinta que generosamente me regalará mi lápiz y ese hilo irá tejiendo mis historias, mis recuerdos, mis anécdotas y quedarán grabados para siempre en una hoja de cuaderno, procuraré la forma de mantenerlos allí para siempre, los compartiré con mis hijos, ellos lo harán con los suyos y así sucesivamente serán transmitidos de generación en generación para quedarse para siempre junto a los míos.
Así fue como día a día, semana a semana, tejía su red, fueron miles las hojas que cubrió con su tinta
hasta que un día no tuvo más para escribir, se espantó, lanzó un grito
no es posible, ya no tengo más recuerdos!, ¿me los han robado acaso?
no lograba comprender que la vida misma es ya un recuerdo, que cada minuto que pasa está lleno de cosas gratas y otras no tanto, que así como los recuerdos está llena de sentimientos
¿será acaso la vida sólo un recuerdo constante?, ¿qué pasa con lo vivido día a día?
¿con los sentimientos o acaso éstos no cuentan?
así, llena de interrogantes descubrió que podía seguir tejiendo y entregando a los suyos sus vivencias cotidianas, porque lo que hasta allí había logrado escribir no era más que la vida que le había tocado vivir a ella.
Al cabo de un tiempo, se encontraba tejiendo las más variadas historias cotidianas, descubriendo que éstas se repiten constantemente, como la historia esa del amor prohibido
que linda historia! y que trágica a la vez, la cual se canta, la que se lee en poesías, esas simplemente son historias reales que algunas personas han sabido transcribirlas representando el sentir de muchos que no tenemos el don de las letras
Ella comprendió que el ser humano en su constante ir y venir se tropieza con estas historias que son nada más ni nada menos que su propia vida, que lo que varía es la forma en que se viven y la intensidad con que se viven
Quisiera ser para siempre una tejedora de redes, una araña que logra mantener en su tela todo lo que desea, todo lo que la alimenta y esos son los recuerdos, los amores, las desdichas, en fin, los sentimientos
entonces se dijo: Prometo no dejar nunca de sentir!...
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