DE LO BELLO Y SUS FORMAS.

En días pasados, platicando con artistas laguneros nos preguntábamos si el arte debe ser necesariamente bello.

Esto me llevó a explorar la obra de Marcel Duchamp, el más hermético y radical de todos los artistas anti-arte, que reacciona violentamente contra la pintura como fuente de placer, proponiéndose colocar la pintura al servicio de la mente. Él propone utilizar el dibujo mecánico, en tanto éste se encuentra fuera de todas las convicciones pictóricas y ajenas al gusto. “Hay que hacer un arte que vaya contra la tiranía del gusto – decía Marcel Duchamp- porque el gusto es un hábito, una repetición ya aceptada; bueno o malo sigue siéndolo”. El autor francés inaugura la noción de arte como un proceso intelectual y no como una mera deleitación de los sentidos. En 1912 presenta su primera obra importante: Desnudo bajando una escalera (Oleo sobre tela), pintura que combina diferentes vanguardismo para formar un cuadro perturbador. Después, vendrán sus obras más importantes, entre ellas: Rueda de Bicicleta (Ready- made 1913), y Urinario de Porcelana (Ready- made). Duchamp buscó, propuso y creó nuevas formas de expresar su visión y su época.

Sin embargo, Hegel, representando una postura radicalmente opuesta, en su libro “ De lo Bello y sus Formas” nos habla del arte como creación del espíritu. En tanto es una creación espiritual y no una simple imitación de la naturaleza, es bello, estético, original. Es decir, es algo más elevado, más etéreo. El arte no radica en la belleza convencional ni en la simple imitación o copia de lo ya hecho, porque qué caso tiene copiar el río, los montes, la fauna, porqué producir una copia de la copia.

Al final de nuestra conversación, cada uno llegó a su propia conclusión. Varios de ellos no se alejan de la idea de Marcel Duchamp y otros proponen una mezcla de varios planteamientos, rescatando a Hegel y a teóricos del arte, como lo son: Simon Marchán, Arthur Danto, Edward Lucie, Jean Baudrillard. Sin duda alguna a nosotros los de la pos-modernidad, nos hace falta sumergirnos en el mar del pensamiento y vida en torno al arte universal.



Lecturas recomendadas:

· Federico Hegel: De lo Bello y sus Formas. Colección Austral, 1993.

· Juan Antonio Ramírez: Duchamp el amor y la muerte, incluso. Ediciones Siruela, 1994.