LA PLUMA
Ayer apareció Pancho, en ese afán eterno de hacerse ver esporádicamente, para convertir mi Presente en un constante retorno al atrás.
Vino a la oficina con cualquier excusa; me invitó a salir el lunes y al final dejó de interpretar el rol del-medalomismo nohayapuro- y a los cinco minutos de haberse ido,me llamó desde el Público de la esquina y me mostró el Back stage.
- Tengo que hablarte,te espero a la salida.
El quid de la cuestión era que Pancho,necesitaba quedar en paz con su conciencia y aclarar algunos puntos inconclusos de nuestra historia.
Como era día de luna llena, invitaba a la credulidad; entonces le acepté los argumentos y él se sacó un peso de encima.
Por supuesto yo había sido su gran amor,...por supuesto me seguía llevando en el corazón,....por supuesto no me olvidaría nunca,...por supuesto yo le creía todo porque estaba segura que era verdad.
El aportó lo mejor de su caudal dramático.
Yo aporté mi cuota de seducción aprendida y mi angelical franqueza para hacerlo mierda.
Y Colorín Colorado.Se puso el epílogo a una vieja novela y una fe de erratas con términos poéticos.
Me sentía bien ,algunos hombres me miraban mientras charlábamos en el Café.Y que él se diera cuenta,me sabía a un excelente Final.
Ya camino a Retiro,deleitaba en el recuerdo su inquietud mal disimulada y una sola frase_ Sabés una cosa ?...seguís siendo la misma pero tu mirada es otra.
Miré la pluma de esa paloma enferma que-_la levanté del medio de Madero y la puse en un rincón pobrecita_,...._Pero te la regalo porque las plumas de paloma traen suerte_;.......me había dicho él unos minutos antes.
Y respondiendo a todos los usuales pasos que solemos dar las mujeres en épocas de amores,la guardé en mi cartera.
Pasaron cuatro años.Abro un libro y allí estaba; "la pluma de Pancho...".
Me sonreí.Cómo te va a traer suerte,la pluma de una pobre paloma moribunda ?.Y el absurdo del recuerdo,me enterneció.
Y ya era otoño cuando a las cero treinta me metí en la cama.
En mi intención,había luna llena y esa noche me dormí con el corazón vacío y la pluma gris bajo la almohada.
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