Tan sólo elévame en tu seguridad infinita
y yo te recompensaré sin nostalgias del pasado,
de la omnipresente desdicha de lo amado
y del ímpetu primero.
Pertenezco a otro siglo, no al presente;
o al presente perdido del sistema
de interferencias cerebrales.
Poseo la palabra, el verbo, el código
con el que puedo descifrar
tu lenguaje sanguinolento
de desdichas futuras donde no quiero estar.
Te recompensaré, puedes dormir tranquila,
y en el primer puerto donde atraques
desembarcaré con lo puesto
a empezar de nuevo el viaje de vuelta,
y olvidar tu realidad de muertes inocentes
y desdichas perdidas en el fondo
de una fosa cualquiera.
Texto agregado el 07-10-2003, y leído por 157
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Lectores Opinan
07-10-2003
Tienes razón. Al algo que se une en nuestra manera de escribir, porque tu poema lo encontre bacan. Un Beso gata_lectora
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