... Y es cuando uno llega a la horrible conclusión metafísica que el mundo se repite en todos sus aspectos, tanto en cada vida individual como en el tiempo del universo. Y lo único que hacemos no es sino reafirmarnos diariamente en eso.


Hay una grabación en la cual un hombre detiene una bala de cañón con su panza. Y es que no lo ha hecho una sola vez (sería muy ingenuo pensar eso, tanto para el espectador como para el pobre hombre), sino que ha repetido esa acción desde siempre. La bala de cañón, la expresión de dolor eterno--
Rewind. Play. Rewind. Play. Rewind... Y a través de toda la Historia del Universo (aunque decir esas palabras en la misma oración supone un riesgo tremendo y un deambular sin retorno por callejones sin salida) se repite a través de un gigantesco
Rewind-Play/Big Bang-Big Crunch/Big Play-Big Rewind/Play Bang-Rewind Crunch...


Miles de millones de veces la misma bala contra el mismo estómago. Un dolor insoportable si no se lo piensa diferente cada vez, no aceptando lo inmutable... invención de la escritura, guerras médicas, crucificción de Cristo (¿o es al revés?), invención de la imprenta (que fue fabricar un elegante botón de rewind), revolución industrial, vapores y barcos, cuestiones sociales, tecnologías, Rewind, Play, bala de cañón, dolor visceral, todo en blanco y negro, una cinta un poco gastada por el uso excesivo...



Y después preguntarse cuánto tiempo hay que esperar para que todo ocurra todo exactamente de la misma manera. Destrucción de la Humanidad y del planeta Tierra (tal vez por un error de cálculo). Después de eso es solamente esperar una eternidad en el vacío a que el Universo se termine, rewind y vuelta a empezar.



Descubrimiento del fuego por el mismo genio primitivo, guerras, libros, política, Platón y Aristóteles señalando los mismos lugares, sabios y sofistas varios, sistemas sociales, dioses, culturas, estructuras, más libros, más guerras, Napoleones, Hítleres y Bushes; Madres Teresas, John Lennons y Che Guevaras. Todos pataleando en el mismo saco. mucho antes que ellos mismos lo supieran.



Momentos improbables revisitados. Play, Play, Play. Bala de cañón, bala de cañón, bala de cañón.



El Quijote delirando de la mano de Cervantes mientras (al mismo tiempo) Borges lo ensueña entre las sombras de su ceguera mientras camina por los pasillos de la Biblioteca de Babel; al mismo tiempo que una mano abre un diccionario en una página al azar para descubrir la palabra "dadá" y Gala despierta a Salvador para contarle un extraño sueño que tuvo.



Pero se puede ir un poco más lejos. Se podría decir que la bala de cañón es "porque" el dolor en la panza.



Porque al final da lo mismo. Da lo mismo el Quijote porque Cervantes que Cervantes porque el Quijote. Da lo mismo preguntar "¿Comen murciélagos los gatos?" que "¿Comen gatos los murciélagos?", mientras se cae en el pozo profundo de los sueños absurdos persiguiendo conejos blancos.



De esta forma, podría decir sin dudarlo que he nacido infinitamente al mismo tiempo que he muerto a cada segundo. Pero también decir que que nazco siempre debido a que nazco. Sería muy incosecuente no aceptarlo y convencerme del libre albedrío y la libertad en su concepción occidental, además de otros términos afines.



El huevo y la gallina, la bala y la panza del hombre.



O el huevo estrellándose contra el hombre, o la gallina contra la bala de cañón, el hombre contra la gallina. En cualquier orden y sentido, siempre en relación a todo desde siempre. Platón contra la bala, Cervantes contra la gallina, Borges contra el huevo, Tzara contra Dalí, Kant contra el hombre, Nietzche contra la bala de cañón, la bala contra todo, la gallina comiendo murciélagos, Gala comiendo gatos, el conejo blanco persiguiendo a Alicia...



... Y es cuando uno llega a la horrible conclusión metafísica que el mundo se repite en todos sus aspectos. Todas las combianciones ya están actuando al mismo tiempo, las categorías y los órdenes no sirven de nada, el hombre nace y muere a la vez; no en un sentido metafórico sino literal.



(Hay una grabación en la cual un hombre detiene una bala de cañón con su panza. Está en blanco y negro y en cámara lenta. El hombre es viejo y gordo y espera la bala con los brazos abiertos y actitud desafiante, casi podría decirse que este hombre ya sabe cuanto le va a doler...)