Tenía los ojos abiertos,
esperando los golpes en la cabeza.
Esos golpes que da la vida.
Si tuviera el valor, cortaría mi rostro.
En cubos pequeños.
Si tuviera el valor.
No tendría rostro.
O sentado sobre la acera nocturna.
Leería con cuidado las letras de mi cuerpo.
esas imágenes. Y mis venas.

antes de nacer ya tenía los ojos abiertos.
Y no recuerdo nada. Un poco, el dolor.
Pero las puertas nunca se abrieron.
Y si tuviera el valor, mis piernas estarían moradas.
Gangrenadas.
Si tuviera el valor.
No tendría piernas.
O, sobre un espejo, vomitaría los colores obscuros de mi taberna interna.
El alcohol, de mis venas.

Cuando entre los frustrados ardía el dolor de la soledad, Tenía los ojos abiertos.
Para observar las diversas torturas en mi carne.
Las deformaciones que sufría mi cabeza, mi mente y mi alma.
Si tuviera el valor, me quitaría todo eso.
Me sacaría la carne, rompería mi cabeza contra el suelo, dejaría olvidada mi mente en algún sitio y mi alma...
...si tuviera el valor...
...buscaría mi alma, la miraría, la abrazaría, la escucharía, la sanaría y la cuidaría.

Porque hace tiempo que no la veo.
Y tengo los ojos abiertos.
Y no tengo el valor.
Para nada.