El dia que ella se levanto fue una frýa maýana se levanto, ya no era la misma y lo supo desde que se desperto corriý las cortinas con cierto desagrado tratando de ser lo que ayer habia sido, sin poderlo lograr. Ella era victima del exilio de akel amor, la satanizacion causada por akel exilio, por akel remordimiento a su persona y a su vida fue tan dura que estubo a punto de perder el equilibrio mental. Pero solo lo salvo una persona akella, sin la cual no hubiera soportado mas de 4 decadas de exilio, el acoso y las infamias de sus mismos demonios, ni hubiera vuelto a cantar, ni a mirar de la misma manera.
Nadie lo hubiera acertado, nadie lo hubiera imaginado en akellos aýos de alegria, donde ella era la unica, en ese mundo de locuras psicodelicas, musica pop, entre abrazos y besos un cigarro de marihuana encendido, viajes con amigos artificiales, chisporroteantes de humor, imaginacion y felicidad. Nadie imagino que sus siguientes aýos exacerbaria hasta extremos delirantes. Habia cambiado su vida, ya no recordaria akellos tiempos, los habia pasado a borrar algo mas, akel amor, akellas penas.. y aun mas el exilio de sus deceos.
Ella habia recreado su mundo, de musica alegre y estridente, la alegria de las fiestas, los recuerdos de los viajes, las llamadas de los amigos superficiales, la miseria y akella sensualidad con la que vivia descenfrenadamente cada dia, con tanta nostalgia, con tanta fantasia que era imponente, que mas por recrearla, termino por inventarla y por creerla y estaba en toda su razon porque era tan suya, asi como macondo de Garcia Marquez, Dublin de Joyce. Esa ciudad baýada en alegrias, y bordada con akellos hilos de oro de satisfaccion, ese era su mundo de precaminosos, y eslavones flojos. Esa ciudad que ella creo nadie se la podia quitar era de ella, era real por todo lo que ella hacia, la habia hecho a su medida, sin mas y sin menos, la fabrico con su talento, con su amor, el que nadie le podia quitar asi como le quitaron el otro, el verdadero, un despojo al que nunca se resigno, un exilio de su amor. Que abrio en ella una herida que nunca dejo de sepurar, una ausencia que a la vez alimentaba a su vocacion, a su mundo, a su amor, y le sugeria imagenes, cuadros, personas y lugares cada vez mas y cada vez mas deslumbrantes, lo que la fue matando de nostalgia de frustacion a lo largo de su exilio, y estaba sola en su infierno esperando un poco de paz cada dia, mientras vivia en su mundo desvordante con una persona esperandola en el parque a la misma hora.. todos los dias esperando poder vivir en el paraiso hecho de amargos tragos, caricias rechazadas, y amores olvidados...
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