Hago lo que sé hacer.
Todos los días la rutina es morir y nacer.
Ir en busca de placer.
Yo se… q son alegrías momentáneas.
Que a mi alma engañan… pero bueno.
Así se construye esta vida, por lo menos.
Cuando sufro una pena no pienso en cortarme las venas.
Tampoco en olvidar, así no se cierra la herida.
Sino q más se daña y es que a todos a veces la vida se nos desmorona.
Y para yayas del corazón no sirve la pobidona.
Y es que no se perdonan a los instantes cuando son… crueles.
Y si no se halla una explicación simplemente mas duele.
Ni maestros, ni genios, ni nóveles.
Han podido descifrar en papeles.
Lo que ocurre cuando esto sucede.
¿Ahora porque crees que tu puedes?
No es que yo crea que pueda, o sea, como tan petulante de mi parte.
Solo describo mi angustia, mi amargura con arte.
Y no se na` de pintura así que lo escribo.
Tal cual como lo percibo.
El objetivo es sentirme vivo.
Y ganarle, el brazo torcerle a la vida, no hundirme y gritarle:
-¡¡Si quieres tumbarme,
más fuerte tendrás que golpearme!!.



Son esas tristezas que besan mi corazón mi cabeza, me hacen presa y se alejan.
Luego…
Mis piezas se enderezan, obtengo firmeza y pa sorpresa regresan, no cesan…
Me entrego.