Ya no tengo dotes, para expresar, ahora, con palabras tibias en un opaco trozo de papel...los sentimientos y emociones que se generan en mi interior al contemplar tu rostro. Con delicadeza, me paso horas tratando de encontrar las frases perfectas, o por lo menos similares a lo que siento, pero es inútil seguir intentando, tal vez no todo sea posible en esta vida. Con el pasar de los días, y tus frecuentes visitas, todo esto cada vez se va convirtiendo, poco a poco, en un sueño para mi, un sueño del que nunca quiero despertar, un sueño al que me aferro cada noche, en la que mis párpados se van cerrando suavemente, mientras que mis pensamientos se ven poblados por tu presencia radiante, luminosa, en la oscuridad nublada de mi habitación. Todo esto me llena de felicidad impalpable, de irracional locura, por tu amor, y cubre a mi corazón de tu cautivadora presencia...


La espontainedad del timbrar, me hace volver a la realidad y dirigirme a la puerta. Mientras la abro lentamente, va apareciendo poco a poco tu figura, un joven apoyado contra los cimientos de mi castillo, mirándome, mientras que lentamente, el pincel dibuja en tu rostro una sincera sonrisa. Pisas el templo que me guarda todas las indolentes noches. Te sientas en un sillón y yo observo, así no te des cuenta, como te adaptas a la calidez de mi hogar, como te dejas caer casualmente en la silla y como tus pasos van rozando suavemente el piso. Observo cada uno de tus breves y vitales movimientos a los que encuentro una cierta afinidad con los de un ave al volar, cuando se oculta el sol. Camino tras de ti, mi mirada fija en tu contorno corporal. Tomo asiento a tu lado, y con confianza me tomas una mano. El roce de tu piel con la mía, se convierte ya en indescriptible belleza, la dulzura de tu gesto, me hace esclava de tu ser, tu boca pronuncia palabras de amor que me enamoran, y tu respirar me encadena a tus caricias. Te acercas. Espinas hacen sangrar mi corazón, a la vez que tu, incierta criatura, me robas un beso, que a medida que se prolonga, prende fuego en mi interior, dando calor a mi alma, cubierta de hielo.


¿Sabes? Podría quedarme acariciando tu blanca piel por horas, absorbiendo tu aroma por días, y mirándote por años. Ruego que nunca me niegues una mirada porque es mi fuente de pureza, y la maravilla perfecta, ante la cual me postro, suplicante de rodillas.

Jamás existirá, tal obra en el mundo, como la que esta presente frente a mis ojos, tu sagrada creación. Que milagro el que nacieras, ya que solo paz has traído a mi espíritu. Si supieras amor, que el mirarte se ha convertido en mi mas incontenible adicción. Cuando a lo lejos te diviso, brillan como diamantes, tus verdes ojos, tiñendo el ámbito de la mas grande esperanza.


Cuando te miro de frente, vida mía, siento como si me entregara por completo a ti, como si me dejara desplomar fielmente ante tu sombra, y como si de mi vida, tu fueras dueño. No es fácil explicarlo, es como renacer en ti. Tengo la certeza de que, en estos precisos momentos, la vida se me va, para ir a caer sobre tus manos. He ahí cuando me doy cuenta, que mi suerte estará siempre ligada a la tuya, y que la decisión que tome,por amarte, no será pasajera, sino al contrario, perdurará para siempre. Esto que declaro ahora, es un sentimiento profundo, las líneas que lees, son mi completo compromiso, una opción de vida que yo elegí. Entre los tantos caminos que se me presentaban, observe aquel que estaba lleno de tu esencia, y que aunque no me mostraba riquezas, estaba poblado de la mas indescriptible felicidad, y al instante, sin dejarme ahogar en la duda, me arriesgue a seguirlo. No es lo mas bello la imagen. Lo mas hermoso, es que no te sigo, sino que camino a tu lado. Lo mas reconfortante, es que si te caes, yo te levanto, y que si yo me caigo, tu me levantas. No regresaré jamás a mi punto de partida, porque ya recorro este laberinto a tu lado. No me ire, pero se que el final de mis dias llegará.


Aunque no lo creas, te admiro. Si amor, sinceramente tienes tantas cosas que las otras personas desearían. En especial, tu fortaleza. No puede caber en mi razón, de donde la sacas, confieso que no se si sería capaz de soportar y sobreponerme con valor a lo que nos reta la vida. Desearía algún día poseer tu mirada, que al mezclarse con tu maduro rostro, crean el mas inimaginable paraíso. Si, ella es la causante de esta perdida de cordura por ti, ella es mi inspiración en este frío atardecer, pero estas palabras son insignificantes ante la grandeza de tu ser.

Cuando te encuentras abrazándome, anhelo que los momentos sean eternos. Quiero que esto que tengo contigo, este compuesto por indescriptibles instantes de amor y ternura, que solo tu me sabes dar. Me lleno de gracia contigo. Quisiera unirme al eco de tu voz, y a la melodía compuesta por tu respirar. Que nos veamos esclavizados, el uno del otro, pronunciando al unísono, un abstracto “si”, afirmando un compromiso, para vernos ligados infinitamente en la tierra, y en el cielo. Tócame sin medidas, eres la razón de mi existir, desgarra de mi interior esta sed por ti. Impón silencio en mi alma que grita agonizante tu nombre, rompe la calma con susurros de amor. Me agrada el saber, que los anhelos que nos colman día a día de ideales, son los mismos.

Anhelo despertar cada mañana y que al abrirse mis párpados, y el primer rayo de luz se refleje en mi rostro, lo primero que vea, sea a ti, recostado junto a mi. Tranquila, me pondría de pie, y te observaría detenidamente. Mi ángel, durmiendo, transmitiendo paz, y calma a todo nuestro alrededor. Me sentiría dichosa, y me sentaría a tu lado. Acariciaría con delicadeza tu brillante cabello, y me acercaría a darte un beso, atraparía tu olor al despertar, y el sentir de tu piel, como la de un niño. Te levantarías y me mirarías una vez mas. Seria otro amanecer feliz, a tu lado mi amor. Sin reparos, todo esto se me viene a la mente cuando te miro. Las palabras intercambiadas durante el día, son atesoradas dentro de mi. Llega la hora de decirte “hasta pronto”, porque se que te volveré a ver. Llevas contigo, mi alma, cada vez que te vas. Y la despedida se extiende, porque me rehúso a dejarte ir, aunque sea por horas. Mis manos no quieren soltar las tuyas. Y el ultimo beso, es lo que me mantiene viva, al no verte. Caminas, cuento tus pasos. Te vas desvaneciendo en la noche olvidada, me carcomen los deseos de volverte a ver.

Intente escribir en este papel, lo que se origina en mi por ti. Ya veo...que retratarte en un pedazo de arbol, es imposible. Cada gesto tuyo, provoca en mi las mas grandes emociones.

Mas que el amarte, mi amor, el contemplarte.