A ti te hablo, hombre de rasgos duros y piel seca,
que no haces otra cosa, que mirar caderas y pechos firmes.
A ti te amo cada vez que alimentas mi sexo y vuelves a dormir a mi lado, mientras afuera, rasguñan nuestras puertas, las demàs mujeres que quieren quitarte de mi lado.
A ti, hombre de generosas amistades, te regalo hoy lo que siento, porque quizàs para mañana, ya me habrè ido con esta inseguridad que hace temblar por las noches a mi triste corazòn.
A ti, te darè hijos y besos hùmedos hasta que me canse de amarte tanto... mientras mi inseguridad, siga haciendo agujeros en mi espalda dèbil.
A ti, hombre recio... te dedico cada letra que siente mi alma, y te hablo al oìdo cada vez que tengo la oportunidad de acercarme... para decirte una vez mas, que en este momento, este dìa y a esta hora... te amo. |