En un par de ocasiones me has preguntado acerca de mis sueños... creo que ha llegado la hora de correr el velo ante vos... siempre siguiendo nuestra política de no ocultarnos nada entre nosotros...
Al principio eras una imagen idílica en mi mente... todo era tan diáfano, tan puro, tan carente de necesidades físicas... te imaginaba en un parque, al rayo de sol, caminando descalza sobre la hierba, tomados de la mano e intercambiando las cosas que suelen decirse los enamorados... sólo que nosotros somos distintos al común de la gente y las cosas triviales no entran en nuestras discusiones...
En ese momento me bastaba con sentir la presión de tu mano en la mía... la dulzura de tu voz... oír tu risa desenfadada corriendo con el viento... y mirarte a tus ojos tristes de los cuales trataba de sacar sonrisas y luces que chispearan a nuestro alrededor...
Pero... una cosa fue llevando a la otra... nuestra relación fue en aumento... nuestra necesidad también... ya no me conformaba con llevarte de la mano, no!... quería sentir el olor de tu pelo sumergiendo mi nariz entre sus ondas... quería aspirar el aroma de tu piel y ... porque no... probar el sabor salado de tus lágrimas... quería sentir el calor que emana de tu cuerpo... quería probar la ambrosia de tus labios...
Éramos como el comienzo de una crecida... al principio tenues arroyitos que corretean en la pradera... y que, poco a poco, se tornan torrente embravecido que arrasa todo a su paso...
Ya no me saciaba únicamente tu boca,... yo quería recorrer tu cuerpo con mis manos... yo quería posar mis labios en cada centímetro de tu piel... empezando en tus pies y remontándome hasta llegar a tu cuello...
Quería juguetear con tus rizos más privados... conocerte hasta tus íntimas profundidades... aprender a doblar tu cuerpo en espasmos... a darte la dicha de que soy capaz...
Pero... cómo te digo todo esto?... cómo hago para que no parezca burdo?... para que sepas que no es un clamor animal el que recorre mis venas... sino el profundo amor que tengo para vos...
Dudé hasta último momento en enviarte este mail... pero se sobrepuso ante mí la verdadera forma de decir las cosas de frente... para qué negar lo que es?... o acaso nuestra relación no se basa en la confianza mutua?... Me acabo de quitar las últimas capas de la roca que me cubría...
Vos sos mujer, yo soy hombre... tarde o temprano esto iba a surgir entre nosotros... sino surgió antes fue por el extremo respeto que te tengo... quiero siempre lo mejor para vos... aunque deba sacrificarme en el camino...
Te amo....