Él estaba asustado, estático... indefenso.
Sabía que era su fin, mas no podía entenderlo. Siempre fue visto como alguien imponente y majestuoso, lo respetaban. Sin embargo, estaba ahí, solo, abandonado y su muerte perjudicaría a muchos que viven gracias a él.
Era injusto, les dio protección y alimento durante muchos años, no obstante, a ellos no les importaba, sólo pensaban en si mismos, él entregó toda su vida para el bienestar de muchos, a cambio recibió una cruel traición.
Mientras pensaba estas cosas, sintió un dolor agudo y penetrante... su fin había llegado.
Minutos después, desde la casa del leñador, se vio al meditabundo árbol caer, que pronto serviría para calentar el hogar.
(8/06/2005) |