Ahora mismo me hallo en un abismo. Llebo tiempo aqui pero aún no me había dado cuenta de donde estaba, pues la luz me cegaba. Pero esta noche, no sé porque la luz se ha apagado y he podido ver lo que me rodeaba. Me envuelve una tremenda incomprensión, y cada día me siento más desdichada. Puedo sentir como desperdicio mi vida, pero parece ser que no quiero evitarlo. Es entonces cuando siento que mi vida es como la arena que en la playa coges con tu mano y al abrirla lentamente se van perdiendo grano a grano el puñado que hacía unos segundos yacía en la palma de tu mano, ahora ya vacía, ahora ya limpia, y entonces entre la sorpresa y la fascinación tiendes tu mano al cielo y la contemplas al trasluz del sol. Es un momento solemne. Pero el encanto se rompe cuando recuerdas que tu mano está vacía y ahora el viento la azota. Entonces te sientas en la arena y la contemplas, durante un instante hasta que algo en tu interior te impulsa a coger un nuevo puñado y ahora temes abrir la mano, pero si no la abres no volverás a ver la palma de tu mano al trasluz del sol y aquella solemnidad.... pero el vacío...
Mi vida es así, mi anhelo se debate entre contener la arena en mi mano y entre contemplar la limpia palma al sol; y mientras mi insatisfacción dura solo me queda el vacío y la contemplación.