Sonrisa tornasolada, ojos destilando alegría, labios de fina porcelana, que le dan calor a mi vida. Tus ojos son un espejo que refleja mis miradas y en el fondo de ese estanque veo mis ilusiones realizadas. Tus manos reflejan fuerza, pero a la vez sedosidad y cuando esas manos me tocan...me siento volar en la eternidad. ¿Cuál es tu encanto mi niño? que me hace suspirar, que me hace soñar contigo y desear amarte un poco más ...no lo sé y no me interesa; mientras siga existiendo, pero esa será la interrogante que junto a ti iré descubriendo.
Texto agregado el 06-10-2003, y leído por 308 visitantes. (1 voto)