Una suerte de nostalgia me acompaña cuando recuerdo tu nombre, será la distancia que nos separa, o bien, el silente espectador que me contagia de melancolía. Una barrera invisible nos separa, barrera que el tiempo se ha encargado de generar, pero que nuestro amor es capaz de quebrantar sin hacer un mayor esfuerzo...
Quisiera desvanecer el tiempo, cuando estás a mi lado y así hacer eternos nuestros encuentros, creer, por un instante, que me consumo en tus labios, vivir de ensoñaciones, teniendo presente que eres el gestor de mis anhelos.

Una melodía me acompaña cuando recuerdo tus pasos, quizá porque he encontrado un motivo más para crear canciones y mi mente interiorizando esta verdad genera armonías que te piensan, que te hacen parte de una dulce armonía. Y vivo de ellas, de tonadas que dibujan tu imagen, tu esencia, tu sangre.