Homenaje al sanitario
Quizá, o de seguro, el único recinto que actualmente invita al pensamiento, el único habitáculo en el que las reflexiones brotan de uno con el menor de los esfuerzos, y hasta en contra de nuestra voluntad, es el conocido y nunca bien ponderado baño.
Que un baño sea el lugar más pequeño de una casa atenta contra el progreso. Para el despertar de reflexiones, sensaciones, sentimientos, y para el desarrollo científico mismo, siempre es preferible un baño que un laboratorio o una biblioteca o una novia. Si siendo el baño un espacio tan acotado, se nos revelan allí las verdades mas ciertas y los sentires más sinceros, proyéctense la existencia de baños gigantes, en los que la casa misma se encuentre en un rinconcito de este. Si esta utópica y admirable ocurrencia se materializara viviríamos en una sociedad en la que no exista libro que no haya sido leído por todo el mundo, en la que no haya tema ni hecho histórico sobre el cual no haya reflexionado la totalidad de la población, ni historias amorosas que no hayan sido recordadas.
Entre las verdades reveladas en el toillette hay una muy importante. Pero es mas odiada que importante. Me refiero a la noción del tiempo que el espejo, presente en todo baño, enseña al mostrar algunas arrugas contundentes que recorren la cara de norte a sur y de este a oeste, sin excluir los diagonales, presentando también unas morochas ojeras que se presentan por todas de la cara, inexplicablemente en numero mayor de dos, y, por ultimo, no esconde una expansiva frente que crece mas rápido que un bebe. Es cierto que tanto el espejo de un baño como el de una telefónica o el de una tintorería son capaces de reflejar semejante decadencia. Pero, a diferencia de una telefónica o de una tintorería, el baño brinda la impagable oportunidad de poder deprimirse hasta el fondo.
Nunca leí donde fue el preciso lugar en que Rene Descartes parió su “cogito, ergo sum”, ni donde Borges o Cortazar imaginaron el argumento de sus mejores cuentos, ni donde Romeo el chamuyo para su Julieta. Pero yo ni lo dudo.
Que la educación esta en crisis, que el Sistema Educativo Nacional se cae a pedazos, que faltan escuelas y capacitación docente. No importa. Nos quedan los baños.
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