Detrás de esta puerta,
La curiosidad se convierte en un grito.
Tras esta puerta
Hay un piano,
sus teclas están polvorientas,
sus cuerdas están desafinadas.
Tras esta puerta
Ella solía sentarse frente al piano,
Pero ya no toca
Eso fue hace tanto.
Y mientras ella tocaba,
me dignaba a escucharla.
Y cuando ella empezaba a tocar
Yo aguantaba la respiración
En sus discordantes melodías,
ella me decía,
Siempre estaré contigo.
Ella tocaba sólo para mí,
y yo, cual sátiro maldito,
vertí su sangre
en el fuego de mi ira,
Cerré la puerta
mientras otros preguntaban por la pianista.
Otra vez frente al piano,
Yo la escuchaba tocar,
y hasta que dejara de hacerlo,
Yo aguantaba la respiración.
Cual rosa sin aroma,
la dama es separada de su piano.
Se encontraba mortalmente enferma,
de pena, de ira, de hedor.
Allí frente al piano
Yo la escuchaba
Y cuando ella empezaba a tocar
Yo aguantaba la respiración
Allí frente al piano
Ella me escuchaba
Y cuando yo empezaba a tocar
Ella aguantaba la respiración.
Y mi dulce canción,
fue de larga duración,
mi amada,
más no aguanto,
y así murió. |