Escribo,
porque solo las palabras pueden hablar,
y por más que las repita como al canto,
siento que no pueden decir nada.
Las veo que salen caprichosas,
pareciera que sienten por si solas,
como si del otro lado guardaran un silencio
que no se deja escuchar mientras lo canto.
Y ese silencio soy yo,
soy un silencio que quiere,
que esta lleno de sangre cuando besa,
y que se muerde las manos para no agarrase,
por que el silencio siente cuando vuela.
Soy un silencio en el aire,
tan libre que no puede interpretarse,
que se abre sincero en rebanadas a los filosos labios
dulces y mas dulces.
Y si miro,
soy un ojo dormido ante las flores,
un silencio que teme ser oído,
y habla, perdido en todos sus colores.
Soy un silencio en blanco, jamás escrito,
que se abre entero y por las manos;
Soy un silencio que quiere,
y se busca en silencio.
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