Niebla en mi mente, cae el desahogado en la oscuridad mil puñaladas han capturado el dolor oscuro de tan hiriente verdad, lagrimas negras se ven llegar, una dulce sonrisa se ve al pasar, era la cruel asesina que ve caer sus profundos enigmas en un ataúd sellado con papiros ardientes que se han desvanecido, solo se escucha el latín de un calvo cura que con suspiros prosigue su dialogo para desmantelar el cadáver de aquel ser que hoy ha muerto...

Llueven lagrimas negras, oscurecen tú calida piel sembrante que brindan tus pequeñas pupilas enrojecidas por el albo amanecer de tú vida, cada instante de culpabilidad ve abatida tu solemne soledad por tan ahogado crimen que se ha llevado acabo sin tú codicia delatora, sin tú codicia delatora que logras imaginar tan largas espera en el infierno de tanto predicar, cautela añoras y esperas la sentencia entre la muerte más la soledad, una amante de la eternidad…….. El cura clama por sus pecados y da finalizado el acto con una predica......amén.

Se sonroja lentamente el brinco del atardecer todo cree acabar pero ves unos pequeños bandidos llorando sin parar con unos corbatines de seda, unos botines de cruel luminosidad y unos culminos ojos que bostezan una resequía palpable al crujir cada segundo de tu mente muerta y sedienta de respirar... unas blancas túnicas ves llegar, se aleja aquel sujeto que en tus brazos has de desmantelar huracanes de olvido pero la pequeña tuerca ajena ves acarrear, no deseas que se vaya, clamas con sequía el intento de un silencio prolijoso que no puedes sobrellevar ...........de mi infierno te veo nacer, de mi infierno te veo morir, son tus dagas que han herido el alma oscura de la cruel asesina....(continuara).