Te extraño! Me enoja decirlo, pero así es.
Es difícil levantarse en las mañanas y ver la cama vacía.
Suena esto tan trillado, pero es asquerosamente cierto,
Despertar sin ti, bañarme sin ti, comer sin ti, manejar al trabajo sin ti…
Me siento enferma, me irrita todo y cada día soy más intolerante.
Cuando tú estabas conmigo la vida era fácil,
Yo era feliz y me sentía hermosa.
Tu arroz blanco era lo mejor de la comida,
Me gustaba leerte al oído mis libros favoritos
Y cuando estabas dormido acariciaba tu cara
y te decía todo lo que pensaba de ti.
Hacer el amor contigo era real,
me perdía en tu cuerpo, nos volvíamos uno
Y parecía no tener final.
El día que te enfermaste, yo no me preocupe y tú no dijiste más,
Guardaste tu enfermedad y ninguno hizo nada, te devoró rápidamente,
No me dio tiempo ni de decirte despierto cuanto era lo que te amaba
Ni lo feliz que era al despertar junto a ti.
Me matan las noches de insomnio,
Y cuando concilio el sueño, veo tu ataúd abierto,
Te veías tan hermoso, parecía que solo estabas dormido.
Yo quería llorar, abrazarte, enterrarme contigo…
Los calmantes del doctor me hicieron dormir
No desperté hasta tres días después de que:
Me encontraron desmayada en el panteón.
Todavía no recuerdo como es que llegue sola hasta ahí.
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