El mar pobló mi ojos con gaviotas en el firmamento,
la lluvia se desmoró en mi rostro
y el silencio se refugió en el paso del oleaje.
La tarde se hizo peregrina. Llegó la noche:
austera y sin remedio para las palabras.
El mundo gravita en el tintero con sus ecos
y trozos de tiempo para la memoria.
Los años calzan el camino del olvido
cuando los versos se escriben con ajenjo.
El amor es una llamarada viajera que un día se asemeja a las cenizas de la ausencia.
-Hoy te vi mientras llovía mientras volaban las gaviotas en el cielo-.
Texto agregado el 10-09-2005, y leído por 257
visitantes. (4 votos)
Lectores Opinan
15-09-2005
ey, que bonito! me encantó cuando volviste a las gaviotas, y ese del mundo gravitando en tu tintero. Muy buena composición. Cinco amarillosidades derivado
12-09-2005
Uyyyyyy que belleza mujer, me encantó********** espartako
10-09-2005
se escapan. se van. que hermoso. que triste. siempre asi lo hermosoestriste. amo esta poesia. frank_siscosis
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