triste. afuera una caótica tempestad,
que asusta muy poco al niño que llevo dentro.

el trueno, después el relámpago.
luego ambos juntos,
como destinados colosales que hipersensibilizan
al niño que llevo dentro.

la vela inapagable, flanquea en
la oscuridad, dime luna:
acaso te mojas?
es la concepción de una gota algo wow para ti?
[pregunta el niño que está adentro]

la noche está sola, y la madre ha ido a comprar lejos.
los demás niños se van a dormir,
y él sale sin permiso de su mamá a mojarse la vida, mojarse el cuerpo,
que pide curiosidad.

mi computador esta lento,
pero la casa es bonita y tiene
el espejo amarillo que refleja la ventana gris.
dime rayo que destruyes eucaliptos:
es verdad que no moriría si me atravesaras por la cabeza?
acaso el sol es tu primo, y la lluvia tu amante triste?

un relámpago eterno me muestra el camino
pedrgoso que lleva al cielo y, en forma de espiral lisérgico, mis ojos atrapan el momento exacto
en que la soledad se diluye en el mar electrificado,
que sorprende, hasta hoy, al niño que llevo dentro.