Todo lo que quise fue un pedacito de papel,
Una forma de acercarme a ti, de mostrarte todo mi interior
Pero la vida me lo ha negado, me confeso que algunas cosas no son equitativas, que unos tienden a sufrir para que otros puedan ser feliz.
Esta noche a través de la ventana me resigno a suspirar, para hablarte de lo que podría pasar, si tuvieras un poquito de voluntad.
Pero si tú no apareces no se abrirán esas puertas que aprisionan mi dolor, mi coraje.
Si no vienes esta madrugada, si no detienes tu rumbo a esta mi ventana, no podré salir de la sombra del amor y viviré bajo la lluvia de la incertidumbre.
Si la luna mi testigo nos hubiera presentado, no estaría soñando y tú no estarías vagando.
Una nota sobre tu piel se escribirá con sangre, será el recuerdo de una verdad que se perdió, que se volvió una obsesión que se trago mi corazón.
Sentada a la ventana admirare la luna en la espera de que su luz exponga tu razón de ser y me entregue mi derecho a la libertad y mi derecho de amar.
Todo lo que deseaba era un espacio en blanco, una oportunidad de decir antes de que amanezca; en la cama antes de que inoportune el sol, antes de que todo termine, en ese pedacito de papel aquel, ante nuestro testigo aquel, te amo.
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