Cada momento es "el momento". ¿O no?...¿Què significado tiene "este es el momento"?...¿Serà algo asì como abrir una puerta a un nuevo espacio-tiempo? Como no pasa desapercibido para el alma ese instante inaugural, se regocija. Sin entender del todo, el corazòn tambièn adhiere al gesto su intenciòn de cambio.
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El carro cargado de pesadas piedras llegò apenas a destino. "Si no descargo no podrè continuar. Puedo optar por dejar las piedras en el carro y permanecer por siempre en este estadìo. Mirè al carro y su carga.Estaba exhausta. Me sentè bajo un àrbol a descansar. Quedè dormida y soñé. En mi sueño, un gallo de imponente porte y brillantes colores se corporizò ante mi y me dijo: -Este es el momento -
Desper`´e con la sensación de haber recibido un regalo. El carro seguía allí con su carga de pesadas piedras. Al levantarme comprobè que el cansancio se había ido. -¿A agobiar a quién?- me pregunté - ¡Pobre cansancio, dura tarea la suya!
Cerca del carro, mirándolo y mirándome, mis seres queridos formaban una rueda. Ninguno de ellos, sin embargo, podía ayudarme a descargarlo. Nadie estaba autorizado. Pero el corazòn tiene un secreto. Una tècnica eficáz para estos casos. Si bien no llega a categoría de estratagema, se las ingenia para burlar de cierta forma la rigidéz extrema de la prueba. Es "trampita" consiste en que esos seres a quienes me unen lazos de amor y de amistad, sí podían enviar su aliento, sus buenos deseos a mi alma, fortaleciéndola. La energìa de tales sentimientos es tan poderosa que obran el milagro de alivianar el peso de las piedras. Así pude descargar mi carro. Lo hice. El camino me espera. ESTE ES EL MOMENTO, tenìa razón el gallo."