Recuerdo muy bien ese día, era el mas hermoso y el mas preciado que yo había sentido, recuerdo que me levante alegre, no se porque ?, era algo como tan bello que sentía en mi interior que me dejaba estar tranquilo, aunque sea por un momento de esta tormentosa desesperación en mi vida la cual sentía por no tener a alguien a mi lado.
Salí a caminar, como era un día tan bello había que disfrutarlo al máximo, recuerdo que iba caminando y de repente veo a un ángel pasar al lado mío, y mas encima me queda mirando fijamente, eras tu con tu sonrisa y tu belleza la cual me enamoro por completo, primera vez que veía a una mujer tan bella, eras como un ángel que bajo desde lo alto hacia mi vida, al meditar esto, creo que por eso era un día tan bello, porque el destino nos predestinaba, nos quedamos mirando fijamente a los ojos, y tartamudeando le pregunte su nombre, y me respondió, era un nombre tan bello y tan puro, como que al escucharlo mis oídos se relajaron por completos, mis venas cambiaron de dirección de la sangre, mi nariz sintio tu perfume a primavera.
Paso el tiempo y nos fuimos conociendo mas y mas, luego de esto llegamos a pololos, luego, recuero que un día nublado que caían las hojas de los árboles te mostré una argolla y te dije “Te quieres casar conmigo” , la respuesta tuya era como una intriga, y cuando me respondió me dijo acepto, fue un alivio máximo recuerdo que la bese sin parar, era como la respuesta que yo esperaba de ti.
Luego al pasar los años tuvimos un hijo, un hermoso hijo, si, no lo niego, se parecía a mi de una forma muy grande.
Recuero que un día limpiando la pieza en cual dormíamos, veo una foto botada bajo la cama y decía “con mucho amor”, la doy vuelta y eras tu dándote un beso apasionadamente con la vecina, en ese momento yo me sentía el hombre mas asqueroso del mundo, era como que habían jugado conmigo, no entendía el porque, no sabia que hacer, fui corriendo a la cocina, empecé a revisar lo que había en los cajones, y lo único que pille fue un cuchillo, si un simple cuchillo, era como el cuchillo perfecto para que me quitara el dolor que yo sentía en ese momento, lo tome y vi como una tras otra cortaba mis venas, de repente sentí que mis sentidos no sentían nada, mis ojos de tanto llorar, ya no se mojaban mas, no sentía nada, solo una voz que me gritaba y que me decía papá que te paso, porque lo haces, yo no le podía responder a esto, demás que no lo entendiera.

Ahora ya es muy tarde en dar un paso atrás, claro viendo a mi hijo tan grande, jugando y viéndolo reír, me da una pena tremenda, porque se que no lo podre tocar, no desde mi tumba