I

Toma la mano
que lleva un hilo
dios
sobre la piel que cubre un saberme

mujer que aspiras
cuando la sangre regresa de aire

y lo deseo
deseo

cruz de labio
desnudando al ojo
acariciando cuerpo
prestado por tres venidas

quién lo visita

dios

la mano de niebla que brota de la tierra
mientras canta la noche
el espejo no se empaña
sobre algún líquido

si bebo.

II

Lo veo
entrando por aquel pedazo de árbol
recién cortado
con una delicadeza tan de sangre
querer tener

llorando
tan bella
llorando

la veo

la siento hija entre mis brazos
salvo sin reprima
reza
reza
dios -duerma cautivo-
dios -que no dar oídos-
en los pocos asomos con sola presencia

la veo
lo veo

rozando el viento
callando la gota que saborea
blanda en cristalino fuego
con ternura suave va por la mejilla
hacia el amar el otro espacio
que vaga en el espejo

presentándose

grisáceo de una sola ala
dentro de recorrido siente el dolor
devoto cuando ve la caída

sobre la columna espesa del frescor
mujer
bebiendo del plateado
Deva
engañoso en lazo abrazo
desde la rama por nuevo linaje

dios

profundidad íntima nos palpa con la mirada.

III

a. U

Camino

regresa el te amo
con la lluvia
que mantiene el silencio fuera de la casa
mientras todo tenga luz
desde el inicio

el te amo

brilla solo detrás del espejuelo
junto al elegido baúl
en sus manos la sola lágrima
que esperar caer
para dejarlo colgado en algún rincón
de la memoria

el te amo

entrando por la ventana
soplando recio
tal vez pedidos para un buen dios


Milagro Haack