Viernes : Tres Elenas y un cazador Neurótico.
Viernes singular, único, catártico, inhibidor, de bohemia, de briaga, de charlas sin fin, eufórico, de valor, de pseudoromances, de fin de semana, de consejos, de mil cigarros por hora, de risas, de parodias y bromas, de madrugadas y amaneceres inciertos, de extremos y sin miramiento alguno secuenciando el inició del ya también singular ataque de ansiedad y pánico.
12:45 AM Frustración catártica (N).
No soporto sus risas y mucho menos sus quejas, me estalla el hombro en nudos de estrés, según he analizado (ahh me he vuelto muy analítico), que no es más que un recipiente en donde en un sentido muy figurado escupo mis penas y frustraciones, mi ira; más conciente estoy de que en ella no radica culpa alguna. Mi despotismo es burdo e innecesario, sólo manifiesto lo roto que estoy, y bueno al menos denoto un poco de sinceridad, ya que muestro el lado poco amable de mi ser.
Cuento los minutos para verla cantar.
3:00 PM Sublimación y autoconmiseración (O).
Bocado a bocado y palabra tras palabra hacían de la mesa un océano de quejas, Ella inquieta por dejar escapar unas cuantas palabras, por taparme el chipo, dijo:
-Sabes no has parado de mentar madres a diestra y siniestra, que si el trabajo, que si tus pinches ojos, que el jefe con chanclas, que la puta vieja esa, ¡ya basta cabrón! ¡basta! – decía reventada en furia.
Algo extraño, bueno no tanto, verla cargada en furia siempre me excitaba, su respiración acelerada hinchaba sus senos, sus labios brillaban, saltaban, en sus manos las venas golpeaban la piel como queriendo salir de su cuerpo y sus ojos, sus preciosos ojos me decían cojéme, más su boca decía:
- Me estas escuchando pendejo de mierda, ehh!
A lo que instintivamente respondí, con un jalón de cabellos, besos en todo el cuerpo y una penetración en la cocina.
Faltan dos minutos para salir del trabajo.
10.10 PM Fantaseo y redención (W).
Aquí estoy a unos metros del mini-escenario, en si detrás de una columna. A lo lejos escucho su voz, no soy devoto alguno del genero de su banda pero el sólo hecho de saber que es ella me complace.
Espero el momento indicado para acercarme, para así invitarla al cuarto de siglo (pretexto para cruzar palabras).
- No voy a poder ir, fíjate que me voy a Taxco y regreso hasta agosto -dijo de manera relajada.
El tiempo paso y llego el momento en el que pudo estar sentado unos breves minutos con ella, más las interrupciones eran constantes, no termine de decir lo ya dicho; en algún momento charlaba con su mejor amiga, la que sólo se dedico a escuchar, a decirme nada y recomendarme la terapia (qué gente).
2:45 AM Babe I´m Gonna Leave You (The End).
Ahora estamos afuera del lugar en la que la vi la primera vez y en el que nunca pensé que seria el el último en que la dejaría de ver. Ya lo dice una canción “el destino tratara de hacer justicia, el destino quedara en ridículo”.
NOTA: Léase antes Tres felices tigres y un cazador limítrofe.
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