Perderse en los sentidos...
imaginarte a mi lado,
constante búsqueda al fin lograda.
La imaginación nos proporciona los paisajes,
los recuerdos, las imágenes...
La lucha de siglos se concentra en la realidad,
nos trasmite la emoción de un instante...
de esa lágrima por fin liberada
del ámbar de tus ojos.
De esa ardiente gota de sudor...
primera que resbala desde tu cuerpo en el mío
después de hacer el amor.
Por que siempre que miro hacia atrás
ahí estás tu.
Por que en mi memoria confluyen los fueron,
son y serán de tu reflejo en mi.
Desde el principio,
mucho más allá de la supervivencia,
me pierdo entre tus brazos.
Encuentro las estelas, los caminos ya marcados,
las sendas desaparecidas que aún guarda la
memoria...
La supervivencia,
salir a flote, levantarse nuevamente,
caer, despertar, renacer, revivir de la nada,
rescatar las esencias... diluidas en tus feromonas,
siempre las mismas...
grabadas en mi registro Kármico...
impregnadas ya por siempre en mi recuerdo.
Aunque el destino nos colocara nuevamente a miles de kilómetros,
nos encontraríamos.
Dejando atrás el miedo por ser imperfectos,
la única perfección posible de nuestro encuentro:
ES EL AMOR.
Amarte, hablarte, sentirte...
recordarte sin el temor a que te pierdas de nuevo.
Por que siempre allí:
dónde mire, dónde me pierda, dónde busque:
¡ALLÍ ESTÁS TÚ!
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