La republica:
Hace varios anos cogí la de villa diego, como dirían los habitantes de mi pueblo, nunca mire atrás. Los recuerdos de mi vieja ciudad no eran tan reconfortantes, y olvidarlos fue una de las prioridades para mi y mi generación.
La isla se convirtió en una gran cárcel, y el escape de esta se convirtió en prioridad de todos los jóvenes, algunos usaron medios legales y se fueron a la gran urbe de nueva York, otros nos fuimos en yola vía puerto rico, aunque muchos perdieron sus vidas en el intento. Yo tome la vía rápida, un vuelo directo a la gran manzana, y otro a la gran urbe de la ciudad eterna , Paris, que no lleno mis expectaciones. Tome otro avión rumbo a la tierra santa donde permanecí varios anos y descubrí que la vida es muy corta, llena de imprevistos fuera de nuestro control.
La guerra del golfo pérsico altero las vidas de muchos, incluyendo la mía.
En mis viajes vi las dos caras de la moneda:
Pobreza y riquezas, salud y enfermedades, guerra y paz, libertad y opresión.
Vi que la naturaleza del ser humano es siempre la misma, no importando educación, cultura, religión o costumbres, el maquiavélico deseo de prevalecer por todos los medios sin importar cuan ético sean los medios para lograr estos objetivos, o cuantas personas son afectadas o mueren en el proceso.