El enamorado ha recordado como volar, tal vez esa pasión que siente, esas ganas de verla le han hecho saber quien es en realidad, ahora avanza rápidamente sobre las llanuras, sabe que pronto podrá verla y que ni el fin del mundo lo detendrá.

Las cosas que no sabe son las que representan peligro, y le traerán gran tristeza a su corazón inmortal, aunque la verdadera cuestión es: como pudo olvidar su naturaleza?

Eso a él no le importa, sigue volando y anhelando, mucho ha sido el tiempo que ha estado alejado de su dama, y no aguanta las ganas aunque sea de verla… tanto que ha quedado cegado por sus deseos y no ha caido en cuenta de sus poderes sobrenaturales.

Como si fuera un acto rutinario, el enamorado repliega sus alas y termina su vuelo, ella a no menos de 100 metros lo ignora profundamente, y el solo siente en su pecho una gran agonía, algo anda mal, muy mal. Corre, corre sin descanso, corre desesperadamente, pretende huir de su destino, cree en que puede elaborar un propio… lleno de luz.

Y es entonces cuando una luz cae sobre sus ojos, y su conciencia vuelve, y ahora entiende todo a la perfección, sin embargo un ápice de esperanza queda en su corazón.

-Sabes que no podemos amar a los humanos de esa forma-
-Lo se-
-Por qué has venido?-
-Porque la amo, no puedo evitarlo-
-Tu misión era otra hermano, debías guiarlos-
-Entiendo, pero su destrucción cesara, cuando La Presencia note nuestro amor-
-Tyrael, ángel guardián, Él me ha enviado para que escojas-

Tyrael entendió y con su mente le comunicó a su hermano su decisión. Salió de ese letargo en donde solo los seres de luz logran entenderse… y el tiempo marchó de nuevo, el enamorado se lanzó con todas sus fuerzas sobre su amada y un muro de cristal lo detuvo. Tyrael comenzó a sollozar, pues tocarla era imposible, ella ni siquiera notaba su presencia, el ángel guardián de la raza humana, libre del cielo y del infierno, miró a su hermano con lagrimas en los ojos, y de inmediato comenzó su transformación… sus alas aparecieron, su cuerpo cambió y una luz comenzó a rodearlo.

-Que ha pasado Miguel?-
-La Presencia comprende tu amor, has escogido bien, amarla era lo único que podías hacer, pero tu destino está escrito desde el principio de los tiempos-

Miguel, el guerrero, desapareció. Tyrael una vez mas vio a su amada, y la amó, en sus lamentos prohibidos la amó, en sus caricias imaginarias la amó, en sus besos jamás entonados, él, la amó.