Al ras de tu inocencia
marcho raudo mi deseo
y sin miramientos
nos hicimos uno
sellamos nuestro juramento.
Mucho me esforze
por hacerte y verte feliz
tu comprenderías
mi querer uraño, que
dolido y amañado dudaba.
Superada la duda
quemamos nuestras naves
y al mar nos lanzamos
al encuentro del sueño,
de nuestro sueño.
Tu concava
yo convexo
y nos hundimos
felices nos ahogamos.
Desde aqui entiendo ahora
que Eras tu mi complemento.
Si volviese a nacer
sería mas fácil
no existiría la duda
por ende, evitaría la pena.
Ganariamos pasos al tiempo
lo pondriamos en su contra
marchando a nuestro favor
sin mas temor.
El compromiso seria eterno
y el azul que apago las pupilas
permanecería en el firmamento
en su lugar
solo reflejandose en el espejo marino
no matandonos.
Atayo
Texto agregado el 08-09-2005, y leído por 203
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Lectores Opinan
09-09-2005
Es casi bueno. Sobran varias palabras para mi gusto. clowninthemoon