En este recuadro, soy feliz.
Aquí, detrás de este balón
me siento liberado,
fluye mi sentir.

Siento como con mis pies
elevo al punto preciso,
y el compañero de equipo
recibe el balón, de un brinco.

Brincando de aquí a allá
corro tras la esfera blanca,
esta se me torna esquiva
pues los otros, contra atacan.

Ataque que esta normado
que no incluye cruel maldad
solo quieren disfrutar
y al arco, poder patear.

Pateando por todos lados
donde se encuentre el balón
mis compañeros de equipo
disfrutan con devoción.

Devoción nunca nos falta
aunque esté candente el sol
y es que todos en la cancha
disfrutamos gritar: Gol...

Atayo