Inicio / Cuenteros Locales / Miguel_Lavariel / Llegaste tarde
Y tras tanto tiempo
sin hablar, decidió él
que se volvieran a ver;
y quedaron en una plaza.
Y ella se sentó
en un banco
mientras él hablaba;
y él dijo:
"Desde que nos
conocemos, siempre
hemos estado
de broncas, siempre.
Arreglábamos las cosas,
¿pero de qué servía?
Al poco tiempo
volvíamos a enfadarnos.
Eso me ha hecho pensar:
¿Y si nunca deberíamos
habernos llevado bien?
¿Y si nuestro destino
es odiarnos?
Yo creo que cumpliré
ese destino."
Y dándose la vuelta
él se fue, dejándola
en un banco.
Ella lloró; lloró
desconsoladamente
y una amiga la vio.
La preguntó qué pasaba
y respondió:
"Es un imbécil, le odio.
Con toda mi alma.
Le quiero demasiado." |
Texto agregado el 07-09-2005, y leído por 115
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