Inicio / Cuenteros Locales / sacanueces / T101 RESIGNACIÓN
No es la noche
que viene sombría,
ni el deambular de grotescos fantasmas,
no es la oscuridad
quien te vela los ojos
con su negro pañuelo,
tampoco el coqueteo irónico
de la nada,
ni el desmayo
por un leve mareo.
No es el frío de la mar
quien te abraza enloquecido
o la gigante ola
que te revuelca contra las rocas
ni la tormenta de tierra
que enfurecida te ciega,
mujer.
Mujer,
son los labios de la muerte
que te besan
con perversa pasión,
que te arrastran y te arrastran
alejándote de mi,
es la amante indómita de las tinieblas.
Mujer,
¿Qué puede hacer nuestro amor
ante tan tremenda seducción,
que no sea resignarnos?
Por haberme dejado
que te ame
mientras tu corazón latía,
gracias...
Ya otros brazos te abrazan,
brazos de hielo, eternidad
y olvido.
¡Mujer que nunca fuiste mía!
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Texto agregado el 03-10-2003, y leído por 269
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