De esta manera, las tres jóvenes hermanas, ofrecieron diversos y deliciosos alimentos a la diosa que degustó con placer y satisfacción. Transcurridos algunos instantes después de aquella comida, la diosa sintíose bien y recuperada de sus fuerzas... mas de pronto, le invadió un extraño cansancio y sus ojos rendíanse ante el deseo de
dormir y descansar.

- Oh, ¿qué me ha sucedido? - preguntó Afrodita a las jóvenes hermanas - Me siento desfallecer. ¿Estaré muriendo por haber comido alimentos
terrenales?

- No, no Afrodita - le contesta rápidamente Mintaka, a modo de consuelo - es sólo que habéis comido demasiado y ahora vuestro cuerpo demanda el descanso del sueño. Vaya no sabía que las diosas del Olimpo necesitaran tanto alimento, de seguro el jardín del cielo debe ser muy grande para
satisfacer vuestras demandas alimenticias.

- No burléis de mí muchachas necias, qué sabéis vosotras del cielo y de sus dioses - termina diciendo Afrodita reconociendo graciosamente el apetito demostrado a las jóvenes amazonas - Y ahora dejadme dormir, os lo ordena vuestra diosa: Afrodita, hija de Zeus.

- Sí, vuestra luminosa deidad - replican sonriendo las hermanas - Os daremos un lugar donde dormiréis a placer.

Descansó entonces la joven diosa en un plácido sueño, siempre bajo la mirada atenta de las tres jóvenes amazonas. Y tan largo fue su sueño que
al abrir sus verdes ojos al despertar, ya la noche había caído sobre aquella tierra de los mortales.

- Vaya - dice sorprendida Afrodita - creo que he dormido bastante. Me siento muy bien y han regresado a mí las fuerzas que había perdido. Gracias por vigilar mi sueño, sé que habéis estado a mi lado todo el tiempo - termina diciendo con gratitud a sus jóvenes cuidadoras -

- Nada tenéis que agradecer hija de Zeus,cumplimos las órdenes de Talestris
- contéstale Alnitak - mas lo hacemos con amor, pues sois tan joven como nosotras y la única diferencia entre todas es que sois hija de Zeus y
nosotras hijas de Ares.

- Sí, es verdad... todas nosotras hijas de dioses del Olimpo y sin embargo viviendo en esta tierra de mortales cuando nuestra morada es el paraíso
del universo, Mas no temáis mis jóvenes amigas, ya veréis como de algún
modo, regresaremos a nuestro origen.

- Talestris ha venido a veros mientras descansabais- le interrumpe Mintaka -
y nos ha ordenado os llevemos ante su presencia cuando sea el momento. Venid con nosotras, os llevaremos ante ella.

- Está bien, llevadme con vuestra reina.

De esta manera, Afrodita acompañada por sus cuidadoras, abandona la tienda donde había descansado prolongado tiempo...al salir a descubierto, admira la noche diáfana y estrellada y sorpréndese de su belleza. No a mucha distancia, ve a un grupo de amazonas sentadas alrededor de grandes hogueras que elevan sus lenguas de fuego al cielo nocturno. Siente entonces el crepitar de los maderos cuyos corazones laten en el rojo de sus brasas.
En aquel grupo de amazonas, encuéntrase Talestris, quien al verla, le invita se siente junto a ella. Las demás amazonas inclínanse involuntariamente ante la deidad presente pues su majestuosa figura y belleza les inspira un sentimiento de presencia divina.

- Venid junto a mí - dice sonriendo Talestris dirigiéndose a Afrodita - compartid vuestro terreno paso junto a nosotras. Venid a compartir lo
que los dioses nos han regalado como consuelo a nuestra existencia.
Ahora bebed de este néctar que es preciado legado del Olimpo.


Continuará