Creo que algo me hace falta, sin ser más que una suposición y una petición infantil de mi ser que cree que todo lo merece.
Algo, algo falta. Reviso. Todo en orden. El hecho de que no lleve ropa, jamás cambio en nada. Todo esta ahí, mis cabellos (si así se les puede llamar al hilo negro enredado sobre mi cabeza), corona de mis pecados. Todo esta ahí, mis ojos hundidos en la cara, multicolor (con residuos de maquillaje de ayer y esas eternas manchas café en las bolsas debajo de mis ojos). Todo esta ahí, mi nariz, la mina de mocos en ella, el mosquito que aterrizó y jamás quiso salir (no puedo culparlo). Todo esta ahí, mis oídos sordos, aturdidos por tanto silencio. Todo esta ahí, mi boca reseca con un aliento matutino de los mil demonios. Todo esta ahí, mis manos regordetas (como toda yo), con unos dedos que teclean desesperados, de dolor, de dolor por la perdida de las uñas en mi aparato digestivo (que afortunadamente, aún está ahí). Todo esta ahí, mis senos, en pleno desarrollo (quisiera creer, con la esperanza de que el que falta, comience a crecer), ya tan pronto arrastrados al sur por la gravedad. Todo esta ahí, pues puedo asegurar que en algo estoy sentada ahora. Todo esta ahí, la comezón matutina en la cicatriz del vientre. Todo esta ahí, las venas marcadas en mis piernas, con colores rojo y morado. Todo esta ahí, mis pies y su peculiar olor (sin ser matutino). Mis dedos extrajeron el preciado contenido de las minas en mi nariz, mis dedos rascaron la comezón, mis pies caminaron hasta aquí. Puedo asegurar que todo esta en mi. La necesidad matutina que oprime el colon, ese residuo de hambre de anoche, y la culpa diaria por haber comprado un espejo de cuerpo completo; todo esta aquí. Y faltas tú, yo se dónde estas, pero no hace falta. Fingiré que no hace falta -Lalalalala-. “Digamos que te creo”. Estoy aquí, sentada, sin poder soportar mis olores; (lo mejor es no intentar describirlos). Veo flotar uno de mis cabellos; lo recuerdo, fue ese que arranqué con odio el pasado Lunes (día en que me dijiste “No mas”). Pronto ya no me va a importar, claro que no me importa -Lalalalalaaaa-. Un poco más de sueño, a pesar de haber dormido poco más de 12 horas. Me perdí en la mancha de humedad de la pared; claro que no me hace falta. Ya regresé.
Comezón -Ah, comezón-. Mejor me sentaré a esperarte sin esperarte, sin esperarte a ti (no exactamente). Llegaras, sin ser tú a quien esperaba (puedo asegurarlo). Lalalalalala. No me encontraras, hasta que yo te encuentre. Es mejor que comience a buscar (no te estoy buscando a ti). El plan es encontrarme, tu no me haces falta, sólo…sólo para encontrarme, pero no haces falta ¿Entiendes lo que digo? Claro que tiene sentido, lo tiene…
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