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En el año que floreció la quila*


Creado para el taller vertientes, la idea, un animal en el zoologico, redactado en primera persona.


"Esto me ocurrió el último año que floreció la quila, mal año fue ese, parece que los humanos tienen razón cuando dicen que cuando florecen los quilantos viene la ruina.

"Cuando la flor del primer colihue apareció ya no hubo quien los parase, todos florecieron al unísono y corrió, corrió como una mancha, como baja el agua de las vertientes en la alta cordillera, o como baja el rìo en los deshielos. L0s ratones aumentaron arrasando con los granos y sembradíos, los campesinos vendieron sus animales y los que no comerciaron se los comieron.
Quedaron pocos para mi, para saciar mi hambre.

Los hombres colocaron más trampas para cazar algo, las costillas comenzaron a vérseme, es fea cosa el hambre."

En el monte ocurrió lo mismo, los pudues ese año no se aparearon y los que nacieron a poco andar comenzaron a morir de hambre, poca leche tuvieron esas cervatillas pequeñas de carne tan suave y sabrosa, y las ratas, a decir verdad son para los gatos chicos, pero hubo que comer de su carne si se encontraba alguno por ahí, la puta que hubo que rebajarse con la comida, pero, el hambre tiene cara de hereje y hubo que envalentonarse más y bajar hasta el pueblo, en donde algún ganado quedaba en los corrales, pero estaban muy bien cuidados, si no, se los robaban los llevadores o lo comíamos nosotros, y me metí en uno de los últimos corrales en donde había una oveja muy re linda, se pavoneaba la loca diciendo que era de la familia Merino y que no había lana mejor que la de ella, a mí, me importaba un rábano su lana, si podía quedarsela, quería servírmela crudita, pero, la quila había florecido y eso es ruina para los humanos y para nosotros también

Algo así como Litre Negro se llamaba el pueblito, me introduje en el corral con mucho sigilo, pero, ya decía que los huasos también tenían hambre y con hambre no se duerme tranquilo, unos montaban guardia y los otros dormían, de lo contrario algún cuatrero se les metía y llevaba lo que pillaban o algún otro puma como yo le iba ha hacer la gracia, eso se lo imaginan ustedes creo.

El dueño de la casa, hombre viejo, ¿ustedes conocen el dicho?, ese que repiten los humanos: “Más sabe el diablo por viejo que por diablo” y el viejo sabía, me colocó una trampa, con el olor a la oveja y el hambre se me hizo agua la boca y no olí el peligro, se me alargaron las garras, afilaron los colmillos y nubló la visión, le fui a dar el manotazo y ahí mismito caí en la trampa, me dieron palos por todos lados, me lacearon con cuatro lazos de cuero, por más que les di pelea, no pude con ellos, eran mucho más... discutieron mi destino.
La mujer dijo “hay que matarlo, un buen asado saldrá d´este diablo”
El hijo mayor, que “lo matara pa vender el pellejo”.
Todos querían darme el bajo, pero, el abuelo habló fuerte y dijo:
“Está muy flaco, así que, quien sabe que bicho ha comido, su carne no ha de estar buena”, “el cuero lo mesmito, si está enfermo, no te darán un centavo por esa piel muchacho” “así que, lo voy a vender”; lindo vejo -me dije- pero, no sabía que sería peor el remedio que el mal, por que allí comenzó el calvario que me trajo hasta esta casa.

Y me vendió, me dispararon una inyección, me dormí no sé por cuantos días, me enjaularon en una celda chica, viajé en avión, en barco y en camiones hasta llegar acá, “Jardín zoológico” dice a la entrada, no es feo el lugar, estamos metidos con otros leones en este foso, pero, ya llevo un par de años, desde “el último año en que floreció la quila” y dicen que trae ruina.

No tenimos que salir al monte a buscar comida, ya ni me acuerdo como se caza un chanchito salvaje, eso por que cada día nos dan la comida lista, buenas carnes y hasta con huesos para que no se debiliten los dientes, así que nunca tengo hambre, por que es triste y duele la panza cuando hay hambre, pero, ya no veo la luna llena desde ese rincón de la cordillera que los hermanos le llaman “Naoco”, lugar en donde beben los leones, si la luna se ve tan bella desde ese rinconcito, entera mirándose sobre el agua verde del estero.

Ahora cuando me duelen los dientes, llega un tipo o tipa, me duermen y revisan, me parchan los hoyos en las muelas y me siento re bien, pero, era mejor meterse entre las quilas, quedarse quietecito a la espera a que algún animalito llegase cerca y darle caza y servírmelo ahí mismo y llevar a los cachorros para que también aprendan. También dormía feliz allí entre las quilas y las hojas de nalcas, pero florecieron

Si en los cerros algo me caía mal, me comía algún manojo de hierbas y lueguito me mejoraba, y si no, el compadre chuncho era todo un doctor allí en el monte, era cosa de buscarlo en la noche sobre algún roble y preguntarle, siempre sabía que hiervita comer, santo remedio. Hoy si me ven molesto, con la panza hinchada, vienen los hombres de blanco, me inyectan, me duermen y ahí mismito cagué, me revisan entero, una inyección nuevamente y despierto en la jaula, a este foso en donde todo lo tengo a la mano ¿o debo decir a la garra?.

Desde acá miro el cerro entero, se ve lindo, hay mucho árbol, algunos no los conocía.
A veces me da por tratar de alcanzar el muro e irme cerro arriba, salto, pero, nunca llego hasta arriba.
Allá en la cordillera del sur, caminábamos para donde despertábamos vueltos, cerro arriba, cerro abajo, al norte o sur, a buscar ganado fresco que comer, nos juntábamos un grupo de socios y señoras e hijos y nos íbamos de paseo, ya no tengo eso, todo terminó “el último año que floreció la quila”.

Ese año el abuelo me cazó, vendió, claro entiendo al viejo, si con el billete compró víveres para varios meses por que la ruina fue grande en esos campos, fui yo quien perdió y vino a enjaularse a este “Jardín” si de jardín no tiene nadita de nada, no hay fucsias ni copihues, no hay quitrales ni murtillas que huelen tan rico cuando maduran, ni avellanos y menos araucarias, no se ven los campos con trigos verdes ni maduros, tampoco se oye el sonido del Kul-kul ni las trutrucas suenan, ¿de que jardín me hablan entonces?

Acá huele mal, hay un revoltijo de olores, digo que huele mal por que no puedo seguir los aromas que surgen y que abren el apetito; para arriba hay cabras y ovejas, por otro huele a caballos y vacunos, y otros que no conocía, hay un animalote grande con una boca larga, le llaman “elefante”, otro altos y con joroba, les dicen “camellos” caballos con rayas, ah... y me olvidaba contar que hay por allí un par de tipos algo parecidos a mi, pero, con unas melenas grandisimas, le dicen rey león, dicen que llegó de un bosque llamado Africa, pero, todos estamos separados y encerrados, no nos dejan juntarnos, hay que gritar para hecerse entender, pero, hablamos idiomas diferentes, putas, llevo un par de años y no me acostumbro a este encierro.

¿Les conté que tengo hijos nuevos? Son lindos los cachorritos, cuando la leona se puso en celo (linda hembra es) y me alteré, nos dejaron solos, buen casamiento, si me aplaudieron todos los amigos del jardín, una luna de miel de 5 días nos dimos, y luego la cuidaron como a una mujer, si parió con doctora, allá en la cordillera, la leona se metía en una cueva y allí nacían los hijos, los más fuertes y vivos sobrevivían, los débiles, bueno se iban al cielo siendo angelitos.

Los hijos, son lindos los hijos, claro ellos no conocen el monte, se ríen de mí, dicen que estoy gagá por lo que les cuento, gagá y cuentero, que no puede haber una selva con tantas cosas lindas, dicen, que ya no es época de andar matando a otros animalitos para comer, que es mejor la carne limpia y proporcionada que les dan los cuidadores, que con eso mantienen la línea.
Me dejan solo cuando les cuento de la cordillera, tay loco viejo, me dicen y se van a jugar con los hijos de otros, me da pena, saben, si hasta lloro de nostalgia cuando en las noches me acuerdo de como canta el chuncho, de cómo se ve la luna entre los arboles y el aguita fresca, duele el alma estar encerrado, pero, siempre busco la forma de escapar, quizá algún día (espero no estar realmente gagá) dejen abierta la puerta y me pueda largar cerro arriba.

Y todo se inició “el último año en que floreció la quila”

Quila o colihue, especie de bambù chileno







Texto agregado el 06-09-2005, y leído por 461 visitantes. (15 votos)


Lectores Opinan
14-06-2006 Perfecto ***** SorGalim
27-11-2005 Me gustó mucho, está divertido y realista, sobre todo esas descripciones del monte con su fauna y flora. libelula
06-10-2005 Buena narración.Un animal que cumple con lo que manda su instinto y como el hombre le quita su libertad.El hambre incita a hombres y animales hacer cosas terribles.Estoy contigo en defensa de los animales.Felicitaciones. lengua_de_puma
22-09-2005 Un hermoso cuento, me dio tristeza leerlo, me gusto tu narración desde la piel del animal... besos azules***** sombra_azul
17-09-2005 Brillante personificación de un animal salvaje abogando por su libertad. No estoy en contra de los jardines zoológicos pero me gusta más las “reservas” o lugares protegidos para las especies animales que pueden disfrutar de su hábitat. También es preferible esos zoológicos donde los animales andan sueltos y uno visita en su carro con las ventanillas cerradas. No me agrada ver a un animal encerrado o atado. Tengo dos Rottweillers y ambos están sueltos. Tienen los jardines adelante de la casa y árboles y parque en la parte de atrás donde está la parrilla. Una vez una tía tenía un canario. Le pregunté cuánto tiempo tenía en la jaula... – Desde siempre. - Me dijo. Abrí la jaula y lo dejé ir. Mi tía me miraba asombrada y no muy contenta. Le dije – Si en la tarde no vuelve, te compro dos. Él volvió y entró en su jaula. Desde ese día “Numero uno” (así se llama el canario) sale todos los días a pasear. Si tienes un pájaro con mucho tiempo enjaulado prueba y verás que vuelve... palabra de Joaquín. joaqledo
16-09-2005 Muy buen cuento cargado de verdades muy bien dichas y de sentimiento. Un saludo de SOL-O-LUNA
12-09-2005 Me parecio exelente,me encanta tu narracion,uno vive la naturaleza y sus lugares atraves de tu letras. nam56
11-09-2005 Excelente relato, lo del florecimiento de la quila es auténtico, lamngien, tan linda y tan anunciadora de malos tiempos. Todas las *****y un abrazo, chaeltumay por sus textos. canales
11-09-2005 Excelente compa!!! El relato del puma, me hizo pensar en la Humanidad***** espartako
10-09-2005 Joder, eso ya lo habíamos pensado, pero tu cuento nos hizo sentir el infierno. nos das un recorrido de tristeza y abres la conciencia de que los hermanos animales deben de estar en su habitad... un abrazo ruben sendero
10-09-2005 Una historia especial, la tristeza se descubre en las palabras. Me ha gustado. Está escrita con claridad y presición; y sobre todo, con esa fuerza que despliegas cuado escribes. ***** Un abrazo Shou
10-09-2005 Muy, muy bueno. Felicitaciones y un montón de estrellas. castillo
08-09-2005 oye... ademas de ser un buen texto, me enseñaste algo nuevo, así me gusta aprender con cuentos jeje... mis* para este brillante escrito. denada
08-09-2005 EXCELENTE, como todo lo que leo de tí. Eres todo un escritor. Saludos mariasol
08-09-2005 humm es un poco triste...yo tambien soy un animal libre.. un susurro* susurros
06-09-2005 Hermoso texto amigo, tan bièn narrado como lo son todos los que escribes.Si la quila es el colihue chileno este tambièn trae la mala suerte. Todas las estrellas son pocas***** Felicitaciones, besos, Victoria. 6236013
 
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