En cada mañana,
las líneas férreas se levantan
la ciudad se despierta
en una estación del metro
Los amores y desamores…
Pinguinos de corbatas y pieles negras…
Los aromas que se mezclan con cada mirada
El sabor a la primavera silvestre,
la caricia del aroma del cielo.
El sonido de la prisa… y el murmuro de marionetas
El trino de una chicharra anuncia la partida.
Las puertas se cierran y avanza la vida.
La silueta de una noticia fresca
que se esconde en mi pupila.
Los colores de cada mañana
pintan los perfumes de cada pensamiento.
Siluetas que caminan de prisa,
camisas de colores,
vestidos de seda…
Son los perfumes
Que colorean un idilio..
Quizás un desierto florido
en medio de la prisa de mi camino…
Texto agregado el 06-09-2005, y leído por 293
visitantes. (3 votos)
Lectores Opinan
13-11-2005
Cada mañana un puñado de almas sale a la cotidiana lucha de cansados cuerpos que intentan tener cabida en uno de esos vagones cada vez más atestados de gente disgustada con el TranSantiago, jajaja... bien, escribir del metro. Bien! OltreParole
11-09-2005
Vaya, hay que ser verdadero poeta para escribir sobre "el metro" o temas similares..Muy bien logrado tu texto y ademas, me hizo recordar a mi ciudad. Saludos mildemonios
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