Discepolín 1
Ella se paró sobre la barra del night club del bajo para hacer su streap tise. Cantaba un blue obsceno.
Juan, que había llegado con unos muchachos del barrio, al ver a la que fue su novia cuando eran adolescentes, después de unos instantes, se puso de pie.
Ella, al reconocerlo, se turbó y cayó, como desmayada.
Al salir, Juan le explicó a sus amigos que no se había levantado para humillarla, sino para que viera cómo estaba él, que en aquella época soñaba con llegar a ser un rey y ahora ni siquiera tenía un laburo fijo. Vivía de changas.
Se fueron. Cuando doblaron por una calle silenciosa, el Flaco Manuel rompió el fuego.
–Lo dijo Discepolín: “Quien más, quien menos, pa mal comer, somos la mueca de lo que soñamos ser”.
Siguieron caminado. Con los ojos fijos. En las baldosas.
(Discepolín era el apodo del poeta Enrique Santos Discépolo, autor, entre otras, de las letras de los tangos “Cambalache”, “Uno”, “Yira, yira”. Este relato está construido sobre el argumento de su tango “Quien más, quien menos”.)
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