Mi vida...

Cada noche al acostarme pienso en vos...
En lo mucho que te extraño y en lo mucho que te hice sufrir durante la semana. Me gustaría regalarte en una cajita de cristal todos los minutos que te hago perder con mi llanto y las sonrisas que se te apagan con mis enojos.

Cada mañana al levantarme pienso en vos...
En lo feliz que me hace despertar en un nuevo día y saber que sos mío y no por el sentimiento estúpido de poseer algo, como si fueras un mueble más de la cocina, sino porque te amo y quiero estar a tu lado por siempre.
Aunque haya mañanas que despertamos separados y las ocupaciones de los dos hagan que no podamos encontrar ni un minuto para hablarnos, yo te amo y pienso en vos.

Soy tan feliz cuando te tengo conmigo y me pierdo en tus ojitos, en tus sonrisas tiernas. Hasta me gustan tus chistes malos, que me hacen reir más de lo que pensás.
Y, aunque no lo creas, también soy feliz cuando estás trabajando para crecer cada día y yo paso horas haciendo las tareas de la facu porque también es importante para mí luchar por mis sueños. Estoy feliz de que luchemos por un futuro común que, aunque parezca lejano, nos está por llegar y ya no somos tan chicos como para dejarlo pasar.

Te Amo...
Y quiero que seas el hombre que comparta conmigo cada día por el resto de mi vida.
Y quiero compartir cada alegría, soportar cada tristeza con vos.
Y quiero ser TU MUJER.
Y quiero ser la madre de tus hijos.

Y quiero que lo sepan todos... porque fuiste el primero que me hizo feliz sin siquiera saberlo ni quererlo, solamente regalándome una sonrisa.
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Esto sí es para vos... porque te quiero con toda el alma... y quiero que sepas que voy a poner todo mi para recuperarme.