El rojo lo detiene, primera vez que en realidad se detiene. El hombre tiene miedo, presiente el peligro. Vé dos pequeñas siluetas que a la altura de sus ojos se acercan amenazantes. Lo invade el terror, cierra el vidrio pero igual se acercan, está acechado. La traspiración corre por su cara, la adrenalina se huele a la distancia, tiembla, baja su mano disimuladamente a la altura de las piernas, maldice el rojo, lo invaden los recuerdos, percibe la muerte violenta. Las siluetas ya los alcanzan, los segundos son eternos, resume su vida en instantáneos recuerdos, mujeres, autos, dinero, influencias. . . Está completamente mojado, temblando, le falta el aire, cuando, de repente, estando las siluetas casi encima de él, ve el sol, el amarillo salvador, más amarillo que nunca y parte raudamente. Salvado.
Un niño de seis años y su hermanito de cuatro fueron los únicos testigos del camionero. Ellos vieron a un señor de un auto cruzar a toda velocidad con el semáforo en amarillo. Dijeron que se habían acercado al señor para pedirle una moneda y éste aceleró enloquecidamente.
En las primeras planas salió lo de la muerte del diputado que estaba siendo investigado por corrupción, lo del trágico accidente del camión que partió un auto en dos en la villa “ La Esperanza”.-
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