Hoy día cuando me desperté, abrí la carta y lo encontré
Tus palabras dejaban en jaque a mi conciencia
Pensé en ese ejercicio de matemática que colocaba una raíz cuadrada
entre paréntesis, y entre paréntesis hoy está mi duodeno
que sin aviso alguno le dice a mi cerebro que no lea tu carta.
¿Te abras inspirado en Nietsche?, ¿O en Freud?, que hablo sí ni
siquiera sé quién es Nietsche, ayer me conversabas de lo tranquilo que
había estado tu paso por el museo y que conociste a ese gran San Martín
Que peleó hasta el fin por una independencia que Camilo Sesto no habría logrado.
¿Te habrás caído de un pozo?, yo creo que no pues sigues acudiendo a las manifestaciones
de Greenpeace. Entonces ¿qué es lo que día a día te está alejando de mi ser?,
no creo que tu Hewlett Packard con wi-fi sea la causa, tampoco son mis celos
pues aparte de mi viejo camello no hay persona más importante en el interior de mi vesícula.
Einstein lo hubiera retratado mejor, Newton podría haber dicho que mi locura era
Parte del núcleo de la tierra, Don Quijote me habría hecho su amigo.
Más solamente me encuentro incrustado en un Ford, cantando canciones de U2
... y se me olvidaba, leyendo tu carta, que mañana me dejará en una tumba
mirando hacia el exterior esas caras llorando, me suena el celular, trataré
de contestar... oh! Eres tú, ¿Porqué quieres pedirme perdón ahora?