Ya no le escribo al desamor,
porque me encuentro que contigo,
más allá de las palabras, de mis palabras y las tuyas
(que casi nunca dices pero sientes como yo),
hay mucho más por decir, de lo que pueda decirse.
Por eso no le escribo al desamor,
porque resulta desgastante y cansado
fastidioso estar siempre deprimido es todo,
y además creo que por hoy mientras esté contigo,
es más que suficiente.
Ya no me quedan las ganas inconclusas,
ni las miradas esquivas sin tener de que hablar,
me resta todo lo demás por aprovechar contigo,
me queda la oportunidad de soñar y de soñar a tu lado,
sabiendo además de que te pasa lo mismo y me sueñas a mí.
Es por ello que no más le escribo al desamor,
a ese desamor en que se convierte el amor no correspondido,
ya no le escribo a esas noches tormentosas,
ni a los besos que dar no he podido, y ahora tengo por dar,
ya no le escribo al olvido.
Desde hoy y hasta nuevo aviso, me dedicaré a sentir,
a valorar lo que es sentirse querido, pero sobre todo
me dedicaré a no olvidar, a aprovechar cada instante,
cada momento que pase contigo, porque entrado en cuentas,
y puestos a contar, no quiero recriminarme
por lo que pueda faltar.
Hoy ya no le escribo al desamor, y procuraré más a menudo,
no tocar el mismo tema para no trillar lo triste
y aburrido que resulta todo cuando se está solo,
desde hoy y hasta nuevo aviso me dedicaré únicamente
a escribir, sólo después de amar. |