Como añoro las costumbres de mi pueblo. El paseo por la plaza llena de flores en donde los enamorados solían caminar juntos y después ir a tomar un refresco al restaurant " El paraiso" o al " Fuji yama", saliendo de ese lugar se sentaban en aquellas lunetas color gris y admiraban el templo de San José.
Recuerdo las calles empedradas de mi pequeño pueblo, por las que pasaban carretas tiradaspor bueyes que llevaban la caña de azúcar al Ingenio de Puruarán.
Felices bajaban las mujeres de los ranchos cercanos a comer taquitos o unas enchiladas. Había pocas tiendas y no existía el " Tianguis".
Una escuela estaba allá por mi barrio, linda mi escuelita que aún se conserva, mi primaria " Mariano Matamoros" y también recuerdo, aquella secundaria que se encontraba en lo que hoy es el jardín de niños " Margarita Maza de Juárez", esa mi secundaria " Melchor ocampo", lucía esplendorosa en las fiestas patrias.
El río de mi pueblo, de azul vestía, hoy tu que lo miras, ya todo ha cambiado, hoy está muy contaminado. Ahí por el río había una piedra, en donde fue preso Don Mariano Matamoros: Dicen unas gentes que la dinamitaron, borrando la historia de aquel gran soldado.
Añoro tus huertas, tu campo tranquilo, el canto del ave, el sonido del viento y ver nuevamente algún campesino cantar de contento.
Así era mi pueblo, hoy todo ha cambiado, ya nadie recuerda su aspecto empedrado.