El viento golpea fuertemente mi cara. Es frío y penetrante, pero ya estoy acostumbrado a eso. Empiezo a subir a mi montaña hoy es mi prueba final ya no puedo resistir mas el echo de estar constantemente encerrado en esta prisión de carne y hueso. Hoy me liberare y esa montaña será mi pase al infinito. Cierro los ojos y dejo que el aire me guíe como hago siempre no valla a ser cosa de errarle el camino precisamente hoy. Llego a la sima de la montaña el viento es tan fuerte que me tira para atrás y no me permite abrir los ojos. Uso un poco de mi poder y el viento se amansa por unos segundos, los suficientes como para que yo vea el hermoso panorama que me rodea, miro para abajo y veo un largo camino que será de dos kilómetros para abajo en caída libre. Llego mi momento o me mato o descubro el sentido del viento y en cualquiera de los dos casos me libero de mi prisión. Me lanzo y siento como el viento me lleva suavemente... mi mente se condensa lucha contra mis pensamientos y al final lo logra.
Me deslizo suave sobre el suelo y descubro que yo ya estoy libre soy simplemente una brisa que viaja a cualquier dirección y se hace humano de ser necesario. Siento a donde voy ya que es obvio tengo que aprovechar estar como estoy miro al cielo y ya es de noche pero soy una brisa así que mi velocidad aumento considerablemente y en esta forma ya no me canso.
Abro la ventana de mi amada y me materializo a su lado tardo unos minutos, luego la abrazo con los acolchados para que no sienta mi piel helada y me tiro por la ventana cuando estoy por tocar el suelo me elevo con la fuerza del viento la llevo a una terraza de un edificio del que no se puede acceder de otra forma y al cual yo le equipe previamente una cama dos plazas y unas precarias pero efectivas paredes y techo con la pared que iría a la ciudad de vidrio cosa de poder mirar el cielo. Llegamos a ese lugar y ella se despierta de súbito me mira y me pregunta dónde esta le informo y me mira como quien mira a una aparición. Luego se tranquiliza se acuesta cómodamente en la cama y yo la sigo. Luego se duerme en mis brazos justo cuando el sol empieza a asomar allá a lo lejos. Y la realidad fue mejor que cualquier sueño que halla tenido de chico.