¿Has querido alguna vez con tanta intensidad que te causa dolor?
Me imagino que es algo común. Juro que la primera vez que sentí ese dolor pensé que era único, que nadie lograría comprenderme. Después el tiempo pasó, las cosas se fueron enfocando de forma distinta y pude apreciar aspectos que me eran imposible ver antes.

Concluí que el amor no es cuestión de razón. No se porque me empeñe tanto en querer hacer cómplice a otros de mi dolor, pero en definitiva despreciaba a todos los que intentaban identificarse conmigo.

Al final del camino podría decir que platos rotos. Nada de nada, siquiera azúcar morena.

Filosofamos y creemos comprender el significado del amor. Y para al final concluir desistiendo de darle alguna explicación. Comparamos el amor con el dolor y solo porque el amor nos produce dolor.

No puedo negar que hay amores que matan, y son muchos los que afirman que quien no ha amado alguna vez no ha vivido nunca. Pero al final tanto el que ama como el que lo deja de hacer sienten dolor. Y no se cual dolor es más profundo si aquel que se sufre por la soledad de no tener a nadie que amar o el de aquel amor corre a raudales por las venas rasgando con la fricción producida la vida misma.

Todos somos victimas del dolor producido por el amor.