CAMINANDO JUNTOS
Cuando el diablo me ronda, simplemente debo tener el valor de mirarlo al ceño.
Finalmente entiendo que son ángeles, solo con sabor amargo, aunque sin aureolas,
Cuando el diablo me sigue, yo no lo rechazo, él crece conmigo, yo tiendo mis manos...
No debo temer, debo saber, debo sentir,
Ésta poesía no es iluminación, si fuera un iluminado no haría poesía.
Un poeta encandilante, con fulgor en los ojos, con el diablo detrás mío, que mira vigilante.
Cuando me mira un ser, el ser se refleja en mi,
Porqué yo no me reflejo en nadie??
Porqué yo no observo a nadie?.
Creo que puedo responder,
Puede ser que no me miren a mí,
Miran los ángeles que me siguen, el problema es que la ilusión me ronda,
Por eso es que voy llorando, mientras trompetas celestiales tocan algo que no oigo.
Algunas veces, cuando quiero volver el destino atrás, me doy cuenta de que no hay devenir,
Solamente soledad errante, errando conmigo, errando con ella, y con el diablo por cierto.
Si yo fuera yo no pasaría esto. Estoy seguro
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