Cuentan que hace muchos muchos años atrás, el tiempo se repartió en noche y día. El día consistía en el tiempo en el cual podíamos apreciar las cosas nítidamente, sin esforzarnos y la noche en cambio era el tiempo en el cual debíamos permanecer tranquilos , descansar de las horas de vida, esperar que el día llegara otra vez y la oscuridad cesara. Para todos los habitantes de la tierra el día era la luz mágica que debía aprovecharse sacar los paños al sol para que el mágico calor los secara, regar las plantas para que la mágica luz hiciera el trabajo de hacerlas crecer, Iluminar los campos para organizarlos y guardarlos en la mente.
La noche llegaba y los seres con vida se refugiaban en el lugar mas conveniente y cercano, escapando de la frialdad y oscuridad maligna. El tiempo, algo incontrolable sobrepasaba el entendimiento de los seres vivientes y lo inspeccionaban con gran curiosidad.

Murieron millones de estrellas en el cielo, y sólo luego de que se apagaran todas las luces del cielo los habitantes comenzaron a comprender el proceso de vida, el que debían aceptar y comprender para poder aprovechar. El tiempo se convirtió en eso, un proceso aparentemente conveniente para todo ser viviente, en ese entonces. Pero las cosas comenzaron a tener un giro incomprensible, para cada ser, porque la oscuridad se hizo cada vez mas grande y no cesó en el tiempo debido. Los habitantes de la tierra hostil comenzaron a alertarse y a vivir en el terror de la incertidumbre. No podían salir de sus refugios porque la oscuridad los atraparía y si estaban en lo correcto solo les provocaría daños y maleficios por siempre. Por lo que se fueron encerrando en sus cuevas, seres asustadizos que se fueron muriendo por falta de alimento, algunos morían de terror.

Pasaron millones de nubes más en el cielo y sólo entonces las cosas comenzaron a cambiar. La noche se convirtió en un suceso hermoso, lleno de luces y colores, algunos nuevos seres comenzaron a preferir la noche por sobre el día y se refugiaron en ésta como en el tiempo de magia, y así era, aparentemente con mas brillo y magia, que el día.

El día salió nuevamente en el tiempo indicado y no sólo el tiempo se hizo algo hermoso, sino que los seres comenzaron a tener forma , se convirtieron en hermosos habitantes que crecieron en número y poblaron todo los lugares , haciéndose así dueños del tiempo y sus designios.