Ha pasado tiempo ya. Siempre he querido expresarte lo que he sentido por tí. Serás un recuerdo vivo en mi alma, un dolor profundo al recordarte.
Aquel era un día como cualquier otro, puede scuchar los precoces latidos de tu coranzón, justo el mismo día que supe que no podrías nacer.
Tal vez, con esos latidos tratabas de decirme algo, tal vez me pedías ayuda. Y yo ahí, sin poder hacer nada. Espero me hayas perdonado. Este mundo al que ibas a venir es así. Alguien sentenció que no podrías nacer y no había nada para discutir, sólo resignarse a ello.
Un rato mas tarde, tu corazón ya no latía.
Y nos quedamos con las ganas.Yo de tomarte en mis brazos, como había soñado y tu de vivir.
Donde quiera que estés, quiero que sepas, que nunca te olvidaré, que no fuiste solo unos latidos, yo te escuché y sé que estabas allí, por eso sentiré por siempre que fuiste mi hijo. El que no pudo nacer.