Yo hacia el mismo lugar de siempre, mi rutina esta marcada.
Hoy un hombre del otro lado de la cera no me parece tan extraño pues en otra ocasión ya lo había visto, pero nunca me pareció tan sospechoso como hoy.
El cielo parece estar triste y yo dirijo mis pasos a mi destino, algunas gotas del cielo se dejan caer sobre mi cuerpo y hacen que apresure mis pasos, conforme aceleraba mis pasos la lluvia espesaba cada ves mas, aquel hombre se movía a mi paso esto provocaba que mi tensión aumentara y las gotas de lluvia grisácea no dejaban de golpear mi cuerpo, de pronto me vi empapada y aun faltaban un par de cuadras para llegar a mi destino diario.
La gente corría y en un momento desaparecía en un par de minutos me vi solo en la calle de tuve un momento mis pasos para tomar un poco de aire, en ese momento el hombre que se movía a mi paso ya estaba de tras de mí, él respiraba rápidamente al tiempo que fijaba su mirada en mi, en ese momento sentí un hormigueo en el estómago que rápidamente se expandía por todo mi cuerpo, de pronto me tomo por el brazo y mis ojos se clavaron en los suyos, el ordeno, - no remuevas, no grites, solo camina - yo invadida por el pánico que el hombre me causaba solo dirigí mis pasos a donde el me llevaba, alguna cosa filosa y puntiaguda amenazaba con lastimar el costado bajo de mi espalda, al fin me decidió a hablar - no tengo mucho de valor, por favor solo tome mi bolso y de jeme ir- en el momento que termine esta oración aquella cosa filosa entro en mi espalda ordenándome silencio. Con mi camino ya desviado barias cuadras entramos a una calle sola y del tipo de barrios bajos, que yo jamas había visto, nos paramos frente a una puerta el la pateo y por el golpe se abrió, de un golpe me hizo entrar, en ese momento grite y un lagrimeo incesante brotaba de mis ojos. Fue hay donde comprendí que no ere un asalto entonces le dije - mi familia no tiene dinero para pajar un secuestro por favor de jame ir _ le dio un trajo a una botella de tequila y mientras el tequila caminaba por su garganta yo me levante de un brinco y recibí otro golpe, el que me aria sangrar la cabeza y el rabillo de la boca, dejo la botella en la mesa y comenzó a quitarse la ropa rápidamente y se abalanzo sobre mi yo lloraba mientras su aliento casi jadeante se alojaba en mi oído mis manos lo golpeaban pero mi llanto me restaba fuerza y logro atarme con una cuerda blanca que de tanto forcejear me rozaba mis las muñecas, mientras yo me retorcía con afán el ya penetraba mi cuerpo el dolor entre mis piernas era insoportable y después de que yo llorara tanta y el me hacia perder la vida, por fin llego mi ultimo suspiro, el ultimo aliento que me arrancaba la vida que apenas hace 17 años empezaba para mi hoy terminaba así golpeada, ultrajada y semidesnuda aquí en un cuartucho de barro que estaba detrás de mi colonia se que darán mis sueños, mis metas, mis ilusiones de juventud y todo lo que ese mal nacido se llevo con mi virginidad y mi vida.
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